Ir al contenido Ir a navegación Ir al pie de página
Lumbago, ciática, hernia, lumbalgia... A menudo considerada la dolencia del siglo, el dolor de espalda puede alterar la calidad de vida si no se trata.
De origen mayoritariamente mecánico, las causas son múltiples y progresivas. El sedentarismo, el estrés, el sobrepeso, las malas posturas en el trabajo y en casa, estar de pie o sentado todo el día frente al ordenador... son malos hábitos de la sociedad actual que contribuyen al dolor de espalda. Por lo tanto, un tratamiento rápido es esencial para evitar que el dolor empeore.
Michel, 60 años, sufre lumbalgia en fase álgica. La evaluación funcional realizada en la tableta reveló una limitación de la movilidad izquierda y derecha debido al dolor. Trabajar en la máquina HUBER 360® ayuda a este paciente a desafiar suavemente la región lumbar, mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos abdominales para mejorar la postura.
Michel, 60 años, sufre lumbalgia en fase álgica |
Geneviève padece lumbalgia crónica con una cicatriz adherente de una hernia discal operada hace unos años. También presenta una rigidez importante en la columna lumbar. Los tratamientos endermologie® medical la ayudan a aliviar el dolor y recuperar rápidamente una mejor movilidad.
Geneviève sufre lumbalgia crónica |
Pauline, 75 años, se sometió a una laminectomía en febrero de 2016. 5 meses después de la operación, los ejercicios en el HUBER 360® le permitieron reforzar su masa muscular, corregir la postura gracias a un mejor control de su centro de gravedad y reducir el dolor.
Pauline, operada de laminectomía bilateral L3 L4 y L4 L5 |
Un pequeño paréntesis muy agradable y beneficioso. Las adherencias cicatriciales están mucho más suaves y la piel está mucho más suelta. Sentí mucha más flexibilidad en la parte inferior de la columna vertebral y menos dolor.
Geneviève, 38 años, operada de una hernia discal |
He tenido problemas de espalda muy graves durante 15 años. En 2000, una hernia discal y una discopatía me dejaron bastante discapacitada y me pasé 6 meses postrada en la cama. Tomaba muchos analgésicos, unos 6 comprimidos al día. Desesperada, acudí al hospital Henri Mondor, siguiendo el consejo de una amiga. Empecé las sesiones HUBER® en octubre a razón de 2 sesiones por semana y, ojo, llevo sin medicación desde diciembre. El médico me pidió que hiciera movimientos que nunca había podido hacer antes por culpa de la rigidez. Me siento mucho mejor gracias a HUBER®. En el día a día, ¡me ha cambiado la vida! Ya no tomo medicación y no tengo problemas para levantarme de la cama. Mi vida ha vuelto casi a la normalidad.
Sandra, 56 años Sufre una hernia discal |
Trabajamos muy gradualmente para que recuperara el contacto con su cuerpo, porque ya no se atrevía a moverse, siempre le dolía, siempre estaba molesta. En 4 meses, ha aumentado su capacidad en más de un 60 %. Al cabo de un mes, tenía mucho menos dolor, con tan solo un trabajo ligero y muy progresivo de coordinación y postura en la máquina. Gracias al software integrado, pude mostrar los resultados al médico. Por ejemplo, su coordinación de la columna vertebral ha pasado del 28 % al 80 %. Los ejercicios en HUBER® han mejorado notablemente la vida cotidiana de Sandra.
Dan FRIDJA kinesioterapeuta, PARÍS (kinesioterapeuta de Sandra) |
Desde que utilizo HUBER®, he recuperado la movilidad en el tobillo. Antes apoyaba el dedo gordo del pie cuando caminaba, pero ahora apoyo todos los dedos. Puedo sentir el suelo. Mi centro para el tratamiento del dolor me recomendó estas sesiones. Recomendaría HUBER® a cualquier persona con una patología grave porque es un buen aparato. Redescubres sensaciones que antes no tenías.
Jacky Operada de una hernia discal e inmovilizada con un corsé |
Un pequeño paréntesis muy agradable y beneficioso. Las adherencias cicatriciales están mucho más suaves y la piel está mucho más suelta. Sentí mucha más flexibilidad en la parte inferior de la columna vertebral y menos dolor.
Geneviève, 38 años, operada de una hernia discal |
He tenido problemas de espalda muy graves durante 15 años. En 2000, una hernia discal y una discopatía me dejaron bastante discapacitada y me pasé 6 meses postrada en la cama. Tomaba muchos analgésicos, unos 6 comprimidos al día. Desesperada, acudí al hospital Henri Mondor, siguiendo el consejo de una amiga. Empecé las sesiones HUBER® en octubre a razón de 2 sesiones por semana y, ojo, llevo sin medicación desde diciembre. El médico me pidió que hiciera movimientos que nunca había podido hacer antes por culpa de la rigidez. Me siento mucho mejor gracias a HUBER®. En el día a día, ¡me ha cambiado la vida! Ya no tomo medicación y no tengo problemas para levantarme de la cama. Mi vida ha vuelto casi a la normalidad.
Sandra, 56 años Sufre una hernia discal |
Busque centros con
equipos LPG® a su alrededor