Cáncer de mama

Anaïs, de 27 años, se sometió a una tumorectomía y a linfadenectomía axilar en 2015. La operación le provocó una pérdida de movilidad en el brazo izquierdo y la formación de un edema en la mama operada, lo que le causó mucho dolor. Gracias a los tratamientos endermologie^® medical, la paciente puede volver a mover el brazo. Su pecho se ha deshinchado y se siente más ligera. 

Tras una antigua tumorectomía, Mira tiene una cicatriz adherida y muy dolorosa. La rigidez en la zona del hombro del pecho operado sigue estando muy presente hoy en día. Los tratamientos endermologie^® medical ayudan a descongestionar los tejidos y a liberar tensiones, proporcionando un alivio duradero a la paciente. 

Hélène, de 49 años, se sometió a una mastectomía con reconstrucción mamaria inmediata mediante una prótesis que su cuerpo rechazó. Estas operaciones y la radioterapia produjeron dolorosos efectos secundarios que dañaron gravemente su piel. Gracias a los tratamientos endermologie^® medical, su piel ha vuelto a la vida y Hélène ha recuperado por fin la esperanza. 

Me extirparon un tumor de la mama izquierda y me hicieron una linfadenectomía axilar el 29 de diciembre de 2015. Tras la operación, perdí movilidad en el brazo izquierdo y tuve mucho edema en el pecho, lo que me provocó mucha inflamación y dolor. Gracias a las sesiones con mi kinesioterapeuta, he recuperado algo de movilidad y ahora ya casi puedo levantar el brazo por completo. También redescubrí las sensaciones que había perdido detrás del brazo debido al efecto acartonamiento. Al final del tratamiento, mi pecho se había deshinchado. Este tratamiento me ha quitado un peso de encima y me siento más ligera.

Tras mi operación y, debido a la falta de información, acudí a un kinesioterapeuta no especializado que hizo un buen trabajo para mejorar la amplitud de movimiento de mi hombro, pero que no pudo eliminar el dolor asociado a la cicatriz. Tras un año de rehabilitación, una amiga me habló por casualidad de una kinesioterapeuta especializada en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama. Muy deprisa, trabajando la cicatriz con la técnica endermothérapie^®, consiguió eliminar casi todas las adherencias que me molestaban y el trabajo sobre el HUBER^® me permitió recuperar toda la amplitud de movimiento del brazo... ¡liberándome de la camisa de fuerza que me había estado reteniendo durante más de un año! Por último, además del tratamiento terapéutico que me prestó, aprecié mucho el apoyo psicológico que me dio a lo largo de nuestras sesiones, lo que fue posible gracias a sus conocimientos específicos de la enfermedad. Así que, ¡recomiendo a todas las mujeres que acudan a un kinesioterapeuta especializado!

Al principio, las cicatrices no son muy bonitas y están especialmente adheridas. Resultado: se bloquea todo el brazo. La técnica endermologie^® nos permite trabajar de verdad en la cicatriz hasta liberar la adherencia y recuperar así cierto grado de amplitud de movimiento del brazo. El interno de cirugía me había dicho que nunca podría volver a levantar pesas; apenas podía levantar el brazo y tenía miedo de hacer cosas difíciles. Trabajar con HUBER^® me devolvió la confianza y me mostró cuánta fuerza podía ejercer sin hacerme daño. Pude volver a jugar al tenis 2 meses después de mi operación, olvidándome por completo del brazo.

Endermologie^® debe incluirse sin duda entre los distintos tratamientos, porque la calidad de la movilización de los tejidos es única y no puede conseguirse manualmente. Un buen uso de esta herramienta suele permitir al cirujano evitar una intervención excesiva o, al menos, conseguir unas buenas condiciones tisulares. Al mismo tiempo, HUBER^® se utiliza para el trabajo postural global, la rehabilitación del miembro superior, y para acompañar y animar a los pacientes a reanudar sus actividades profesionales y deportivas. Estoy agradecida a diario por poder ayudar a estas mujeres a superar este calvario vital y por tener respuestas terapéuticas reales a través de endermologie^® y HUBER^®.

Nuestro trabajo como oncólogos y cirujanos consistía inicialmente en extirpar el tumor, pero ahora una parte real de nuestra misión es la rehabilitación. Tenemos que reintegrar a las personas en una vida normal, ya sea deportiva, social o profesional. Al apoyarse en las competencias de los kinesioterapeutas, las técnicas LPG permiten una mejor reintegración, respetando la integridad corporal y mejorando la cicatrización.

Tras un cáncer de mama en 2006, tengo dos cicatrices: una muy por encima de la mama (en el pecho) y otra en la axila (ganglios centinela). Han pasado 11 años y una cosa está clara: mis cicatrices son duras y forman un pliegue muy antiestético con adherencias. En cuanto a mi brazo, se ha debilitado (menos fuerza y amplitud media en los movimientos cotidianos). Los beneficios de endermologie medical se notan desde la primera sesión: las cicatrices mejoran notablemente y se vuelven mucho más flexibles. Mi piel parece menos de acartonada. Mi brazo se va ablandando con cada sesión, lo que hace que mis movimientos sean mucho más fluidos. Ya vamos por la 4.ª sesión y los resultados son excelentes, tanto en lo que respecta a la sensibilidad y elasticidad de las cicatrices como en su aspecto estético. Me gustaría dar las gracias a LPG y a mi kinesioterapeuta, sin los cuales no habría sido posible.

Me extirparon un tumor de la mama izquierda y me hicieron una linfadenectomía axilar el 29 de diciembre de 2015. Tras la operación, perdí movilidad en el brazo izquierdo y tuve mucho edema en el pecho, lo que me provocó mucha inflamación y dolor. Gracias a las sesiones con mi kinesioterapeuta, he recuperado algo de movilidad y ahora ya casi puedo levantar el brazo por completo. También redescubrí las sensaciones que había perdido detrás del brazo debido al efecto acartonamiento. Al final del tratamiento, mi pecho se había deshinchado. Este tratamiento me ha quitado un peso de encima y me siento más ligera.

Tras mi operación y, debido a la falta de información, acudí a un kinesioterapeuta no especializado que hizo un buen trabajo para mejorar la amplitud de movimiento de mi hombro, pero que no pudo eliminar el dolor asociado a la cicatriz. Tras un año de rehabilitación, una amiga me habló por casualidad de una kinesioterapeuta especializada en el tratamiento de pacientes con cáncer de mama. Muy deprisa, trabajando la cicatriz con la técnica endermothérapie^®, consiguió eliminar casi todas las adherencias que me molestaban y el trabajo sobre el HUBER^® me permitió recuperar toda la amplitud de movimiento del brazo... ¡liberándome de la camisa de fuerza que me había estado reteniendo durante más de un año! Por último, además del tratamiento terapéutico que me prestó, aprecié mucho el apoyo psicológico que me dio a lo largo de nuestras sesiones, lo que fue posible gracias a sus conocimientos específicos de la enfermedad. Así que, ¡recomiendo a todas las mujeres que acudan a un kinesioterapeuta especializado!